Expertos piden restar atribuciones a la Dirección del Trabajo
EL MERCURIO
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20 agosto 2007
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Académicos y laboralistas proponen crear una nueva agencia estatal que se dedique sólo a las relaciones laborales y a la mediación. La actual DT se abocaría sólo a fiscalizar. La intervención de la Iglesia Católica en cada uno de los últimos grandes conflictos sindicales deja una lección trascendente: la institucionalidad laboral quedó chica en relación con los desafíos que plantea el mercado del trabajo local. ¿Por qué las instancias de resolución de conflictos se vieron impotentes en Celco y Codelco? Para ex directores del Trabajo y también para la comunidad académica, la explicación es bien simple: la actual DT concentra demasiadas atribuciones y algunas de ellas entran en evidente colisión. La misma autoridad que fiscaliza y castiga pretende mediar con relativo equilibrio entre las partes en pugna. Tal como advierte el abogado laboralista de Ernst & Young, Mauricio Peñaloza, la DT en su declaración de principios se manifiesta como una entidad orientada a resguardar los derechos de los trabajadores. «Partiendo de eso, se hace difícil pensar que es un tercer imparcial. Si bien hay muchos casos en que se llega a acuerdo gracias a la mediación de la autoridad fiscalizadora, uno podría ir a más lejos y preguntarse si es el mejor mediador posible». En la misma línea, Marcelo Albornoz, ex director del Trabajo, cree que la intervención repetida de la Iglesia prueba que la institucionalidad laboral está en crisis: «Las instancias de mediación deben salir del amparo de la Inspección del Trabajo. Debe crearse una agencia que se dedique exclusivamente a la resolución de los conflictos colectivos simplemente, porque aunque la mediación es exitosa, la institucionalidad se quedó chica». Sin exclusividad La DT puede mediar en el marco de la negociación colectiva bajo el sistema denominado buenos oficios. Y además puede intervenir en conflictos que se generan fuera del marco de la negociación. Con todo, la directora del Trabajo, Patricia Silva, aclara que esta entidad nunca ha pretendido arrogarse la exclusividad de la mediación y que, en esa línea, la intervención de otras instituciones no debe verse como una debilidad. «Aquí no hay un prejuicio de los empresarios hacia la Dirección. Las solicitudes de intervención se han incrementado. Si hubiera temor real de cierta parcialidad, las partes no estarían interesadas en concurrir a este espacio». Alberto Armstrong, académico de la Universidad Católica y experto en materias sindicales, tiene una propuesta intermedia: crear un equipo de árbitros externos que no dependan contractualmente de la DT. «Trabajarían para la DT como mediadores independientes y se les asignarían los casos por acuerdo de las partes, sin necesidad de crear más burocracia». ¿Datos? De un total de 538 huelgas aprobadas en 2006, se iniciaron 134. Y de esas 538 huelgas aprobadas, 359 pasaron por el proceso de buenos oficios. La pregunta que surge espontánea es qué hubiera pasado si la mediación hubiera estado bajo la tutela de un organismo distinto al fiscalizador. Para Silva, la respuesta es bien directa: «Los mediadores de la DT no son extraterrestres, conocen perfectamente los equilibrios, la relación que hay entre los sindicatos y las empresas, conocen perfectamente la capacidad de negociación y, justamente por eso, podemos mediar». El modelo anglo Pese a lo que se suele comentar, los principales sistemas de fiscalización en Estados Unidos dependen del gobierno federal y no de ningún consejo autónomo. La única gran diferencia -y determinante- tiene relación con la multiplicidad de agencias laborales que operan en ese país. La jornada, remuneraciones y formalización laboral dependen exclusivamente de las agencias del gobierno federal. Todas las tareas adicionales se reparten entre agencias con mayores grados de autonomía política. Los servicios de mediación, por ejemplo, son cuerpos autónomos que, vale aclarar, se financian con presupuesto estatal. Ahora, si se quisiera dotar de mayores grados de autonomía a la actual DT, el camino sería pedregoso: los organismos autónomos están constitucionalmente establecidos de ese modo. Si alguien quisiera establecer la autonomía de la Dirección del Trabajo, Servicio de Impuestos Internos o Aduanas tendría que modificar la Constitución. DOBLE FUNCIÓN LA MISMA autoridad que fiscaliza pretende mediar entre las partes.
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